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Esta es una queja frecuente de las madres de familia que traen a su hijo en edad escolar a la consulta del neurólogo.
Yo les digo que los procesos de aprendizaje están en el cerebro y que se necesita hacer exámenes especializados del funcionamiento y de la estructura cerebral para saber que está pasando con el cerebro de ese niño. La historia clínica es muy útil, pues en muchos casos nos revela que el niño ha sufrido en el vientre de su madre, durante el embarazo, de situaciones agresivas para su integridad cerebral: el sufrimiento psicológico al que están sometidas muchas madres, por tener embarazos precoces o no deseados, o estar sujetas a la violencia machista, puede, por mecanismos no bien aclarados, influir en la maduración cerebral del niño. En ocasiones hay una historia muy clara de infecciones maternas, o de estados de eclampsia o pre-eclampsia (hipertensión arterial en la madre) que influyen negativamente en la gestación. Y, muchas veces, se constata hipoxia perinatal, es decir falta de oxígeno al cerebro del niño en el momento del parto.
Todas estas situaciones parecen afectar el proceso conocido como mielinización cerebral, es decir el depósito de una substancia llamada mielina y que es generada por las mismas células cerebrales para recubrir las fibras nerviosas del cerebro.
Esta condición de falta de madurez del cerebro se comprueba con un examen de electroencefalografía, que detecta un aumento de las ondas lentas, y, en ocasiones, hasta descargas paroxísticas, similares a las que se ven en las epilepsias. Los potenciales evocados auditivos de tallo cerebral, frecuentemente revelan un aumento de la latencia entre las ondas I y V, que quiere decir un enlentecimiento en la velocidad de conducción nerviosa central.
Es interesante explicar a los padres del niño que la situación que muchos de estos pacientitos relatan de que estudian, estudian, parecen saberse ya las lecciones y que se olvidan todo al momento de dar el examen, se correlaciona con los cortocircuitos de una computadora que borran todo el trabajo que se ha estado realizando en ella. Estas “cortocircuitos” se ven claramente en el electroencefalograma como estas descargas paroxísticas de que hablábamos arriba.
Venturosamente muchos investigadores han comprobado que existen substancias que ayudan a madurar el cerebro. Nosotros utilizamos betametazona a dosis reducidas e intermitentes que nos dan excelentes resultados en un 80 % de los casos tratados. Si hay claras descargas paroxismales, no dudamos en utilizar medicamentos anti-epilépticos que son tratamientos coadyuvantes muy útiles en estos casos, una vez que se explica claramente a los padres del paciente de que su niño no tiene epilepsia, pero sí una alteración en el funcionamiento eléctrico del cerebro que puede estar interfiriendo con el proceso de aprendizaje del niño.
Si necesita más información, no dude en contactarnos.
DR. MARCEL E. CRUZ
NEURÓLOGO CLÍNICO
NEUROLOGIC INTERNATIONAL